Il Duomo de Milán es la construcción más importante de toda la ciudad. Situada en la Plaza de Duomo, es una de las construcciones góticas más bonitas del mundo, y la segunda catedral católica más grande en tamaño, tras la de Sevilla. Junto a la citada plaza del mismo nombre, y a las Galerías Vittorio Emmanuele II, conforman un conjunto turístico muy atractivo de visitar. Si salís de la parada de metro del duomo, sólo tendreis que girar sobre vuestra espalda para contemplar como la belleza de este edificio os impacta de lleno, es una sensación única.
Como todo lo bueno queda cerca, en menos de un kilómetro a la redonda nos encontraremos con el castillo Sforza por un lado, y por el otro, nada más atravesar las Galerías Vittorio Emmanuele II, con el famoso teatro Scala.
Volviendo a Il Duomo, está realizado en ladrillo revestido con mármol blanco de la zona, concretamente de Candoglia, cantera ubicada 100 km al norte de Milán. Es impresionante la luz que emite este edificio, tanto de día como de noche, debido a este mármol blanco.
¿Datos? Pues 157 m. de largo, más de 130 agujas en su fachada, y también más de 3000 estatuas, vamos que el escultor y el cantero estaban encantados de la vida con esta construcción. Empezó a edificarse en el siglo XIV, y curiosamente, aún no se ha terminado: ya se sabe que con los remates nunca se sabe cuando se acaba.
Uno de los que más impulsaron su construcción fue Napoleón Bonaparte, que parece ser que invadía mucho , pero en tema de patrimonio arquitectónico el hombre tenía su sensibilidad.
El majestuoso edificio está coronado por una estatua dorada de la Virgen María, apodada la Madonnina, y se supone que constituye el punto más alto de la ciudad.
Se dice que puede albergar hasta 40000 almas en su interior, así que si yo fuera cura ya estaría contactando con la gente a través de las redes sociales para que se me llene Il Duomo, (al menos los domingos). También tiene muchísimo atractivo subir a la cubierta, donde podremos disfrutar de una bellísimas vistas de Milán.
Una cosa curiosa: la entrada es gratuita, eso sí, hay que ir tapaditos para no generar tentaciones.