Abrimos con este una serie de post de edificios que parece que han sido lavados con Ariel, porque más blancos va a ser difícil que nos los encontremos. Se encuentran esparcidos por cualquier rincón del mundo y por cualquier cultura.

 Empezaré por el edificio blanco por excelencia, porque su propio nombre así lo indica.

¿Qué pasa si reunimos los siguientes edificios?

Villa Rotonda. Vicenza, Italia

Leinster House. Dublin, Irlanda

Castletown House.
Celbridge, Irlanda

 Ahora los mezclamos y lo emblanquecemos. Pues el resultado es the White House, o la Casa Blanca, como la conocemos por estos lares.

Casa Blancca. Washington, EEUU.

Si hay alguno que no lo sabe aún, la Casa Blanca es el «chalecito» en el que dejan vivir cuando uno es elegido presidente de Estados Unidos. Fue terminada en 1800, siendo un edificio neoclásico con fuertes influencias de la arquitectura de Palladio, un arquitecto italiano del siglo XVI que creó bastantes obras en la zona de Venecia. El ideólogo de este edificio fue, como no podía ser de otra manera, George Washington, el primer presi de USA.

A mi me llama la atención el detalle de que fue uno de los primeros edificios de Washington en ser un ejemplo de accesibilidad en edificación (y pensar que 200 años después sigue siendo una asignatura pendiente en muchos edificios de España!)

La Casa Blanca es un edificio que ha sufrido muchos cambios, desde los ocasionados por un incendio en 1812 hasta las ampliaciones de principios de siglo XX, donde se construyó la famosa Ala Oeste, con el famoso Despacho Oval (aquel en el se «doctoró» Mónica Lewinsky)

La Casa Blanca ha sido destruido unas tropecientasmil veces, eso si, el 99% de ellas han sido en las películas de cine. Especialmente cansino con este tema es el director Roland Emmerich, que hasta en tres de sus películas (“Independence Day”, “2012” y “Asalto al Poder”) lo ha intentado por todos los medios: con alienígenas, con catástrofes naturales o con ataques militares (esta opción me parece la más real).

Pero vamos, que la Casa Blanca sigue en pie, ahora la regenta un negro y sigue siendo unos de los edificios más fotografiados de Washington.

Yo me pregunto ¿qué dirían las paredes de este edificio si pudieran hablar?, pero eso se lo dejaremos a los de Wikileaks, ¿no os parece?