Acostumbrados a que la mayoría de de las iglesias sean o góticas o románicas, el siglo XX nos trajo nuevas formas, que transgredieron la realidad a la que estábamos acostumbrados, aunque cumplían y cumplen con la función encomendada.
Catedral de Brasilia:
Esta catedral la descubrí viendo una foto de una de aquellas enciclopedias que nos compraban nuestros padres para tener un apoyo en los estudios, antes de que hubiera Internet; es posible que muchos de vosotros aún os acordeis de estos sistemas.
Me fascina su forma, que (según dicen algunos) simula la corona de espinas de Jesucristo, y como se integra en el entorno urbanístico de la capital brasileira. La obra de Oscar Niemeyer tardó en construirse sólo 13 años, concluyéndose en 1970, y en ella tienen cabida hasta 4000 personas.
La capilla Santa Maria degli Angeli
Un proyecto del renombrado arquitecto Mario Botta, un milagro de la arquitectura contemporánea, con dibujos de Enzo Cucchi. La capilla está dedicada a Santa Maria degli Angeli; construida entre 1992 y 1994, se ubica en el cantón suizo del Tesino, en las faldas del monte Tamaro.
Para llegar a la capilla está disponible un teleférico que parte desde Rivera, a los pies del monte Ceneri, y que conduce a 1530 m de altura. Una vez arriba la vista es espectacular, pura puerta a los Alpes, con la vista dominando Lugano, Locarno y Bellinzona.
La capilla es pequeña, íntima, moderna, con un contraste sobrecogedor del negro con la madera, con una iluminación sugerente y con el agua como protagonista en todo momento. Bien merece una visita.
Citar quizá la obra más polémica realizada en España en los últimos cien años: la basílica del Valle de los Caídos, construida entre 1940 y 1948.
Arquitectónicamente, la obra de Pedro Murguruza y Diego Méndez me parece el monumento religioso más singular de nuestro país (junto con la Sagrada Familia), si bien éste me merece la fascinación de ver un túnel transformado en lugar de culto y oración, con una cúpula simplemente espectacular, así como el crucero, de forma circular, custodiado por los cuatro arcángeles, que personalmente (y salvando las distancias) me recordó en ciertos aspectos a la basílica de San Pedro, en El Vaticano.
Si nos quitamos el velo de las connotaciones políticas que dicho conjunto acarrea, nos encontramos con una de las joyas arquitectónicas de nuestro patrimonio nacional.
Por último, un poco de esencia nórdica: la Hallgrímskirkja (literalmente, «la iglesia de Hallgrímur»)
Es una iglesia de rito luterano situada en Reikiavik, capital de Islandia.
Con 74,5 metros, es el edificio más alto de ese país, aunque no la estructura más alta (ésta es la torre de radio de Hellisandur, de 412 metros de altura). La iglesia tiene su nombre dedicado al poeta islandés Hallgrímur Pétursson, quien es más conocido en Islandia por sus himnos. La construcción de la iglesia duró 38 años, desde 1948 hasta 1986. Situada en el centro de la ciudad, es visible desde todas partes de ella y se ha convertido en uno de los símbolos más conocidos de Reikiavik.
La estatua enfrente de la iglesia representa a Leif Eriksson, hijo de Erik el Rojo.
Seguramente hay algunas más; por mi parte, seguiré indagando para traeros una segunda entrega de estas iglesias del siglo XX.